Reunión
Carlos (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.)
“Hola. Me llamo Carlos.” La voz de un joven de aproximadamente treinta años inunda la sala. “Quiero compartirles una experiencia.”
Mi historia comienza un poco antes de verlos a todos ustedes por primera vez. Me encontraba en un vacío existencial. (Anomia pudiera decirse.) No quería ver a nadie, mucho menos atreverme a conocer a otra persona. Tenía miedo, pero era tan inexplicable y lo sentía tan absurdo que pensar hablar de ello me hubiese causado una gran pena y vergüenza. En fin, al ver en la calle un volante que decía “Grupo Unión: Una nueva luz en la oscuridad” me hizo pensar que tal vez ahí pudiera encontrar esperanza.
El grupo al principio se me hizo raro. Un montón de personas en círculo, sin líder aparente, ni más norma que la camaradería y solidaridad. Los primeros días estuve dubitativo, pero algo que me ayudó a abrirme fue encontrarme con otras personas que sentían lo mismo que yo. Fue el saber que no estaba solo y que mi problema, por extraño que me pareciera, no era objeto de burla ni de vergüenza. Esto me permitió hablar de mi experiencia. Y eso me hizo comprender que la culpa que dentro de mi había era solamente un fantasma que me atormentaba y que las lamentaciones deberían convertirse en responsabilidad para con mi vida.
He pasado grandes momentos con ustedes. He llorado y reído con todos. Si les cuento esto es a modo de bienvenida a los nuevos amigos que se han reunido con nosotros esta noche. El semáforo está ya en amarillo y mi tiempo se termina. No me queda más que darles las gracias. Mi nombre es Carlos… ¿quién quiere tomar la palabra?