Caminando
Roselia (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.)
Caminando sin sentido, pensaba que era a la única que le pasaban ese tipo de cosas; que era la oveja negra; la mala; la tonta. Metida en mis ideas, sigo caminando. Sin querer escucho mi propio discurso en boca de alguien que no soy yo. Me hago la tonta y sigo caminando. Pero de pronto y de golpe esa idea regresa a mi cabeza y entiendo que no soy la única que sufre, así que no estoy sola. Sigo caminando y encuentro un lugar en donde hablan de lo que me sucede, donde entrar a escuchar. Pasa el tiempo y sin pensar tomo la palabra y hablo de algo que jamás pensé que hablaría. Pasa el tiempo y sigo ahí. Ya no me siento sola. Me siento entendida y con compañía. Con mis palabras y sobre todo con mi experiencia ayudo a otras que estuvieron como yo. Ahora sé que eso es ayuda mutua; que todos somos seres humanos y que a todos nos pueden pasar cosas que tal vez no podamos explicarnos. Para eso estamos aquí… para ayudarnos y escucharnos.