Junta de información
En ocasiones el grupo puede organizar una reunión informativa, para personas que pudieran tener interés por integrarse. También puede ser para difundir información sobre el tema, problemática o enfermedad que se trabaja.
Tratándose de un objetivo de divulgación e información, se pueden usar todo tipo de estrategias e instrumentos. Los tiempos de la actividad se calculan didácticamente, cuando se tiene una situación adecuada para una plática y actividades complementarias. Puede haber desde carteles hasta ejercicios, juegos, proyecciones, narraciones escritas, cuentos, poemas, formas de participación del público, tiempos para preguntas y respuestas, etc.
Aunque en este tipo de actividad los participantes pueden también compartir experiencias, lo hacen de manera distinta, calculadamente, para el público asistente y los fines de información y convocatoria. Siendo que se encuentran personas que desconocen las normas y acuerdos mutuos, propios del funcionamiento del grupo, tales como los que tienen que ver con la reserva de los asuntos personales escuchados, las participaciones son con el fin de invitar y animar a la participación, tanto como para informar sobre el tema. Puede ser contraproducente, para quien escucha, pensar que tiene que hablar de sí mismo, especialmente si siente que ahí se están haciendo públicos asuntos que se considera debieran ser privados. La forma de informar es clave.
Las características del grupo y formas de trabajo en la reunión, aparte del tema que se trata, son entre lo que es necesario tratar, cuando se trata de convocar a nuevos integrantes de grupo. Si el público son profesionales y otras personas, porque pueden estar en contacto y derivar a potenciales nuevos integrantes, es necesario hacer reconocible, con su descripción y detalle, los avances que se pueden lograr participando. También la diferencia entre lo que la ayuda mutua ofrece, y lo que los profesionales que atienden la misma problemática pueden brindarles, para reconocer la diferencia. (Suelen sentirse amenazados, sintiendo que se les roban espacios, o que se hacen cosas "peligrosas".)
Cuando se intenta hacer lo mismo o algo similar a la forma de trabajo propia de las reuniones normales, frecuentemente las actividades de información al público y convocatoria de nuevos participantes fallan. Es distinto informar, a trabajar juntos en el grupo lo propio, por decisión personal, con compañeros que han tomado ya ese primer paso, integrándose y participando activamente.
Las juntas de información son mucho más que escaparates para invitar a nuevos participantes, tan importantes porque reactivan al grupo y su trabajo. Permiten también hacer del conocimiento nacido de la experiencia un medio más para hacerle frente, socialmente, al asunto que en el grupo cotidianamente se trata. Pero para hacer esto posible, es necesario traducirlo en información clara y factible de hacerse pública, sin que deje de ser parte de lo que en el grupo se aprende. Traducir la propia experiencia en algo que se puede decir a los cuatro vientos implica eliminar nombres, detalles personales, lugares y cualquier cosa que lo haga identificable. También cambiar el estilo de exposición y la carga emocional al presentarlo. El respeto de situaciones y circunstancias subjetivas es esencial, pero la difusión de lo aprendido, sin detalles personales, es también un compromiso para muchos grupos.